Adolf Hitler, el más grande asesino en masas de la historia, momentos antes de pasar revista a las tropas nazis que invadirán Polonia. En el estrado de las personalidades, Hitler saluda afusivamente al feliz y sonriente primado de Iglesia Católica en Alemania, y le pide su bendición para que la invasión sea un éxito
Adolf Hitler saluda al Arzobisco de Berlín en un acto de exaltación de los valores arios
El cardenal primado de Alemania, feliz y sonriente, brazo en alto, pasa revista a los soldados del Escuadrón Muerte de las SS nazis
Mientras preparo una actualización de este post, actualización en la que incluiré la tremenda historia del Partido Ustasha (nazi) y la Iglesia Católica durante la Segunda Guerra Mundial, vuelvo a pasar a la primera página del blog este detallado relato de la vida, obra y 'milagros' de muchos de los papas de Roma.
Es, como veréis, una demostración de lo maravillosos que pueden llegar a ser los representantes de un dios en la Tierra. A algunos os sorprenderá: a mí no.
La historia de la Iglesia Católica está llena de truculencias y actos de una extrema gravedad, impropia de los que se autocalifican como seguidores de Cristo, cuando en realidad sólo son los sucesores de un sacerdocio pagano.
Muchos de los papas fueron tan depravados en sus acciones que los que no profesaban ninguna religión ni creencia, se avergonzaban de ellos. Pecados como el adulterio, la sodomía, la violación, el asesinato y el abuso extremo del alcohol, han sido cometidos por muchos papas a través de la historia.
Curiosamente, ninguno de los papas del último siglo y medio, desde León XII hasta el actual, Benedicto XVI, repito, ninguno, jamás ha manifestado el más mínimo reproche a esas sórdidas historias que están grabadas en los libros con letras de escarnio y vergüenza.
Repito: ningún papa ha pedido un verdadero y sentido perdón por el pasado, ni tampoco han renegado de esas prácticas deleznables.
Soy consciente de que atribuirle esa clase de pecados (para los que crean en el pecado) a quienes se autoproclaman como los «Santos Padres», los «Vicarios de Cristo», el «obispo de obispos» o el «vicedios», será alarmante para algunos de los lectores de esta bitácora, pero para los estudiosos de la historia del papado es una realidad: muchos descendientes de Pedro han sido de todo, menos hombres santos.
Empecemos a relatar algunas de las hazañas de estos "anguelitos":
El papa Sergio II, que reinó del 904 al 911, obtuvo la oficina papal por medio del asesinato. Los anales de la Iglesia de Roma hablan sobre su vida en pecado con Marozia, una conocida prostituta de esa época, quien le engendró varios hijos ilegítimos. Este papa fue descrito por Baronio y otros escritores eclesiásticos como un «monstruo» y por Gregorio como un «criminal aterrorizante». Dice un historiador: «Por espacio de siete años este hombre ocupó la silla de san Pedro, mientras que su concubina, imitando a Semíramis madre, reinaba en la corte con tanta pompa y lujuria, que traía a la mente los peores días del viejo Imperio». Refiriéndose a otra, dice: «Esta mujer -Teodora de nombre-, junto con Marozia, la prostituta del Papa, llenaron la silla papal con sus hijos bastardos y convirtieron su palacio en un laberinto de ladrones».
Y así, comenzando con el reino del papa Sergio, vino el período (904-963), conocido como «el reinado papal de los fornicarios».
Teodora hizo papa a Juan X (914-928). Este había sido enviado a Ravena como arzobispo, pero para satisfacer sus deseos carnales, lo hizo volver a Roma y lo hizo nombrar papa. Su reinado tuvo un fin súbito, cuando Marozia lo asesinó.
Marozia quería deshacerse de Juan X para, de esta manera, poder llevar a León IV (928-929), al oficio papal. Su reinado fue muy breve, pues éste también fue asesinado por Marozia cuando ella se enteró de que este había entregado su cuerpo a una mujer más descarada que ella.
Poco después llevó a su propio hijo ilegítimo (de Sergio III) al trono papal. ¡El muchacho era todavía un adolescente! Tomó el nombre de Juan XI. Pero durante un altercado con los enemigos de su madre fue azotado y puesto en prisión, donde lo envenenaron y murió.
En el año 955 el nieto de la prostituta -después de varios encuentros sangrientos- pudo tomar posesión del trono pontificio bajo el nombre de Juan XII. Llegó a ser tan corrompido que los cardenales se vieron obligados a hacer cargos contra él. Este rehusó a presentarse para contestar a las acusaciones y en vez de esto, ¡los amenazó con excomulgarlos a todos! Aun así le hallaron culpable de varios crímenes y pecados, incluyendo los siguientes: hizo prender fuego a varios edificios, bebió un brindis dedicado al demonio, jugó a los dados e invocó la ayuda de los demonios, obtuvo dinero por medios injustos y fue enormemente inmoral. Tan viles fueron sus acciones, que incluso el notable obispo católico romano de Cremorne, Luitprand, dijo de él: «Ninguna mujer honesta se atrevía a salir en público con él, porque el papa Juan no tenía respeto a mujeres solteras, casadas o viudas, puesto que él faltaba al respeto aun a las tumbas de los santos apóstoles, Pedro y Pablo». Levantó la ira del pueblo al convertir el Palacio Laterano en «una casa de prostitución pública» y fue descrito por el Liber Pontificalis con las siguientes palabras: «Pasó toda su vida en adulterio». Finalmente, su vida terminó mientras cometía adulterio: el furioso esposo de la mujer con las que copulaba, lo mató.
El papa Bonifacio VII (984-985) mantuvo su posición a través de cuantiosas distribuciones de dinero robado. El obispo de Orleans se refirió a él (y también a Juan XII y León VIII), como «monstruos de culpabilidad, llenos de sangre y suciedad», y como «Anticristos sentados en el templo de Dios». Además, Bonifacio fue un asesino. Hizo que el papa Juan XIV fuera encarcelado y envenenado. Cuando el papa Juan murió, el pueblo romano arrastró su cuerpo desnudo por las calles. La sangrienta masa de carne humana que había sido un papa, fue dejada a los perros. A la mañana siguiente, sin embargo, algunos sacerdotes lo enterraron secretamente. Bonifacio asesinó al papa Benedicto VI estrangulándolo. El papa Silvestre II lo llamó «un horrendo monstruo que sobrepasó a todo mortal en su maldad». Pero, evidentemente, el papa Silvestre no era mucho mejor, pues la Enciclopedia Católica dice que «... el pueblo le consideraba como un mago pactando con el diablo».
Enseguida vino el papa Juan XV (985-996), quien dividió las finanzas de la Iglesia entre sus familiares, lo que le trajo la reputación de ser «codicioso, de torpes ganancias y corrompido en todas sus acciones».
Benedicto VIII (1012-1024) «compró el oficio de papa por medio de chantaje». El siguiente papa, Juan XIX (1024-1033), también compró el papado y pasó por toda la escala de títulos eclesiásticos reconocidos en un solo día. Después de esto, Benedicto IX (1033-1045) fue elegido papa, siendo apenas un niño de 12 años, por medio de arreglos monetarios con las poderosas familias que manejaban a Roma. Este papa-niño creció en la maldad y «cometió homicidios y adulterios en pleno día; hizo robar a peregrinos en las catacumbas de los mártires». Fue un horrendo criminal a quien el pueblo desterró de Roma.
Finalmente, la compra y venta del cargo papal se hizo tan común y la corrupción tan pronunciada que los gobernantes seculares tuvieron que intervenir en el nombramiento de los papas. Enrique III, emperador de Alemania, eligió a Clemente II (1046- 1047), que era un clérigo alejado de la corte papal porque «ningún sacerdote romano pudo ser hallado limpio de corrupción de simonía y de fornicación», declaró un historiador.
Muchos de los papas fueron asesinos, pero sin duda alguna Inocencio III (1194-1216) sobrepasó a todos sus predecesores en homicidios. Durante su reinado, Inocencio (el cual era todo menos «inocente»), hizo asesinar a más de cien mil supuestos «herejes». El promovió la más infame y diabólica acción en la historia de la humanidad: la Santa Inquisición. Por espacio de más de 500 años, los papas usaron la Inquisición para poder mantener el poder. No se tiene constancia del número de personas inocentes fueron asesinadas al no estar de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia Católica Romana. De momento, ningún papa ha pedido perdón por la Santa Inquisición.
El papa Bonifacio VIII (1294-1303) -otro de la negra lista medieval- practicó la brujería. Llamó mentiroso e «hipócrita» a Cristo, profesó ser ateo, negó la vida futura y fue un homicida y un pervertido sexual. Oficialmente dijo lo siguiente: «El darse placer a uno mismo o con mujeres, es tan pecado como frotarse las manos». Y -aunque parezca imposible- él fue quien escribió la bula Unam Sanctum, en la cual declaró oficialmente que la Iglesia Católica es la única y «verdadera» Iglesia, ¡fuera de la cual nadie puede salvarse! Fue este inmoral papa quien declaró oficialmente: «Nosotros afirmamos y declaramos definitivamente que es necesario, para la salvación, que todo ser humano sea sujeto al pontífice de Roma».
Fue durante el reinado de este papa, cuando Dante visitó Roma. Describió el Vaticano como el «alcantarillado de la corrupción», y puso a Bonifacio (junto con los papas Nicolás III y Clemente V) en «las profundidades del infierno».
Durante el período de 1305 a 1377, el palacio papal estuvo situado en Avignon (Francia). Durante esta época, Petrarca declaró que dicho establecimiento papal era un lugar de «violación, adulterio y toda clase de fornicación». Y debido a que los papas eran tan inmorales, no debemos sorprendernos de que los sacerdotes no fueran mejor que ellos. Como consecuencia, en muchas parroquias los feligreses insistían en que los sacerdotes tuvieran concubinas «como protección para sus propias familias».
Durante la larga celebración del Concilio de Constanza, llegaron a existir hasta tres papas a la vez, y algunas veces cuatro, que se insultaban todas las mañanas acusándose los unos a los otros de anticristos, demonios, adúlteros, sodomitas, enemigos de Dios y del hombre. Uno de estos «papas», Juan XXII (1410- 1415), compareció ante el Concilio para dar cuenta de su conducta. «Fue acusado por 37 testigos (obispos y sacerdotes, en su mayoría) de fornicación, adulterio, incesto, sodomía, hurto y homicidio» Y se probó con una legión de testigos que había seducido y violado a 300 monjas. Su propia secretaria, Niem, dijo que en Bolonia mantenía un harén donde no menos de doscientas muchachas habían sido víctimas de su lujuria. Por todo ello el Concilio lo halló culpable de 54 crímenes de la peor categoría; le depuso del papado, y, para no verse condenado a lo que se merecía, el indigno papa optó por huir.
El registro oficial del Vaticano ofrece de este hombre esta información sobre su inmoral reinado: «Su señoría, el papa Juan, cometió perversidad con la esposa de su hermano, incesto con santas monjas, tuvo relaciones sexuales con vírgenes, adulterio con casadas y toda clase de crímenes sexuales... entregado completamente a dormir y a otros deseos carnales, totalmente adverso a la vida y enseñanzas de Cristo... Fue llamado públicamente el Diablo encarnado». Para aumentar su fortuna, el papa Juan puso impuestos a todo, incluyendo la prostitución, el juego y la usura. Se le ha llamado con frecuencia «el más depravado criminal que se haya sentado en el trono papal».
Del papa Pío II (1458-1464) se dice que fue el padre de muchos hijos ilegítimos. «Hablaba en público sobre los métodos que usaba para seducir a las mujeres, aconsejaba a los jóvenes y hasta ofrecía instruirlos en métodos de autoindulgencia». Pío fue seguido de Pablo II (1464-1471), quien mantenía una casa llena de concubinas. Su tiara papal estaba tan cuajada de joyas, que sobrepasaba el valor de un palacio.
Vino después el papa Sixto IV (1471-1484); éste tuvo dos hijos ilegítimos de su manceba Teresa a los cuales hizo cardenales. Financió sus guerras vendiendo posiciones eclesiásticas al mejor postor, y «usó el papado para enriquecerse él y sus familiares. Hizo cardenales a ocho de sus sobrinos, aunque algunos de ellos siendo aún niños. En cuanto al lujo y extravagancias, rivalizó con los césares. El y sus familiares sobrepasaron a las antiguas familias romanas tanto en riquezas como en pompa».
El papa Inocencio VIII (1484-1942) tuvo dieciséis hijos de varias mujeres. No negó que fueran sus hijos ni que fueran engendrados en el Vaticano. Como muchos otros papas, multiplicó los oficios clericales y los vendió por vastas sumas de dinero. Incluso permitió corridas de toros en la plaza de San Pedro.
Vino más tarde Rodrigo Borgia, quien tomó el nombre de Alejandro VI (1492- 1503) Y ganó su elección al papado mediante chantajes con los cardenales, práctica común en aquellos días. Antes de ser papa, cuando aún era cardenal y arzobispo, vivió en pecado con una mujer llamada Vanozza dei Catanei y después con la hija de ésta, Rosa, con la cual tuvo cinco hijos. En el día de su coronación nombró a su hijo -joven de temperamento y hábitos viles- como arzobispo de Valencia. Vivió en incesto público con sus dos hermanas y con su propia hija y era el padre y amante de su hija Lucrecia, de quien se dice tuvo un hijo. El 31 de octubre de 1501 realizó una orgía sexual en el Vaticano, que no ha tenido parangón alguno en los anales históricos de la humanidad.
En cuanto al papa Pablo III (1534-1549), incluso la revista de signo católico Life dijo que siendo cardenal había tenido 4 hijos y en el día de su coronación celebró el bautismo de sus dos bisnietos; que eligió a dos de sus sobrinos adolescentes como cardenales, realizó festivales con cantantes, bailarinas, bufones y buscó ayuda de astrólogos.
El papa León X (1513-1521) fue elegido para 27 oficios diferentes clericales antes de tener 13 años de edad. Fue enseñado a considerar los cargos eclesiásticos sólo como un medio de ganancia. Con su producto compró el cargo y declaró que el quemar a herejes era una orden divina.
Fue durante esos días que Martín Lutero, siendo aún sacerdote de la Iglesia Romana, viajó a Roma. Al ver por primera vez la Ciudad de las Siete Colinas, cayó al suelo diciendo: «Santa Roma, te saludo». No había pasado mucho tiempo en dicha ciudad, cuando pudo darse cuenta de que Roma era todo menos una ciudad santa. Pudo ver que la iniquidad existía en todas las clases del clero. Los sacerdotes contaban chistes indecentes y usaban palabras profanas, incluso en la misa. Lutero describió a los papas de la época como peores en su conducta que los emperadores paganos y explica que los banquetes de la corte papal eran servidos por doce mujeres desnudas. «Nadie puede imaginarse los pecados tan infames y los actos que son cometidos en Roma -dijo-; tienen que ser vistos y escuchados para ser creídos». Tanto es así, que se acostumbra a decir: «Si hay un infierno, Roma está construida sobre él».
Un día, durante la visita de Lutero a Roma, vio una estatua en una de las vías públicas que conducen a San Pedro, que le llamó la atención, pues era de una papisa, y junto con el cetro y la mitra papal, tenía un niño en sus brazos. Era la estatua de la papisa Juana. «Estoy sorprendido -dijo Lutero- de cómo los papas permiten que la estatua permanezca allí». Cuarenta años más tarde, después de la muerte de Lutero, dicha estatua fue quitada por orden del papa Sixto V.
¿Quién fue este papa femenino al que la estatua representaba? Se dice que nació en la tierra del Rhin, en Ingleheim. Fue aclamada en Mainz por su sabiduría y más tarde se disfrazó de hombre para entrar en el célebre monasterio de Fulda (entre Frankfurt y Bebra). Se dice que también estudió en Inglaterra y Atenas y después recibió la posición de profesora de la Schola Grrecorum de Roma, antiguo colegio de diáconos. Allí ganó tanta influencia como hombre, que fue elegida papa. Sin embargo, después de un pontificado de dos años, un mes y cuatro días, fue descubierta su condición de mujer: mientras formaba parte de una procesión, dio a luz a un niño y murió. Fue en este sitio donde se erigió la estatua del papa femenino.
En tiempos recientes, la historia de la papisa Juana ha sido discutida. Por razones obvias, Roma ha tratado de ocultarlo; sin embargo, antes de la época de la Reforma, la cual expuso tanto pecado en la Iglesia Romana, la historia era parte de las crónicas y conocida por obispos e incluso por los mismos papas. El papa Anastasio, por ejemplo, la menciona en su escrito "Historia de los pontífices romanos". De hecho, todos los libros de historia de antes de la Reforma mencionan a la papisa Juana en el texto o en el margen. Se discute que hasta el siglo XV los papas tenían que pasar por un examen físico para que el caso de la papisa -el papa femenino-- no se volviera a repetir. Obviamente, la idea de un papa femenino rompe la doctrina católica de la «sucesión apostólica» y, por lo tanto, es natural que la Iglesia Romana trate de ocultar esta historia.
Al llegar al final de este tema habiendo mencionado la gran inmoralidad que ha existido en la vida de algunos papas, no queremos dar la impresión de que todos los papas han sido tan malvados como éstos.
Sin duda, los que describí aquí fueron los peores, pero ha sido necesario referirme a ellos para demostrar que la afirmación católica de que el papado es una «sucesión apostólica» es totalmente falsa. Tal declaración significaría que todos estos papas, incluyendo a los más ignorantes y perversos, habrían de ser tomados en cuenta en la línea de sucesión desde el apóstol Pedro y hasta habría que considerarlos infalibles, algo a todas luces absurdo.
Bibliografía
- "El sacerdote, la mujer y el confesionario". Rev. Charles Chiniquy, pags. 138, 139.
- "Italia medieval", H.B. Cotterill, págs. 331, 336, 349 y 392.
- Manual Bíblico de Halley, pág. 774, 775, 778, 779 y 688.
- Patrologine Latinae, Jacques Paul Migne, tomo 136, pág. 900; tomo 2, pág 246.
- El otro lado de Roma, John P. Wilder, págs. 114 y 115.
- Enciclopedia Católica, edición 1913.
- Sacrorum Conciliorum, John Mansi, tomo 19, pág 132; tomo 14, pág 372; tomo 27, pág 663.
- Liber Pontificalis, tomo 2, pág 246.
- Annali d´Italia, Louis A. Muratori, tomo 5, pág 498.
- Historia de los Concilios de la Iglesia, tomo 40, art. 697.
- Historia de la Civiliazación, Will Durant, tomo 6, pág 10, 13 y 332.
- Historia de la Reforma, J. H. Merle d´ Aubigne, pág 11, 56 y 59.
- Diarium, tomo 3, pág 167.
- Revista Life, 5 julio 1963.
- Ecumenismo y Romanismo, Peter J. Doeswyck, pág 59 y 60
- Historia de los Papas, Bowers, tomo 1, págs 128, 226 y 1338.
Pura Hipocresía
No hace falta decir más...
... tu lo expresaste con suficiente claridad: son sólo hombres, con todo lo que ello representa... ni más ni menos que eso, hombres.
Un saludo,
Alfredo Webmaster
alfredo@musicayvino.com
+ (34) 607 - 297657
si hace falta aclarar
¿Son psicópatas? ¿Todos?
NO ESTOY DE ACUERDO
AE PORFAVOR CALLATE
humanos
Soy católica
cristo te ama
comentario
comentario
Solo quiero saber por que
si hace falta aclarar.....
si hace falta aclarar.....
Cuado no hay temor de DIOS
como apunte
qué paja!!!
EN UN FUTURO NO MUY LEJANO
sobre la fe ylas distintas religiones
Israel-Palestina???????????????
Buenos días, "amable" anónimo...
Buenos días, “amable” anónimo,
Antes de nada, a la vista de tu escrito, me gustaría decir algo: “Confundes el tocino con la velocidad”.
Si hacemos un somero repaso al texto que publiqué y sobre el que has dejado tu comentario, en ninguna parte del mismo se habla de fanáticos musulmanes o de la franja de Gaza. Por tanto, partes de un craso error que te lleva a escribir fuera de contexto.
Partamos de una obviedad: no pertenezco a ningún “eje del mal”.
Para que lo sepas, aunque sé que lo sabes, el concepto “eje del mal” fue acuñado por un personajillo de la peor calaña, un ser repulsivo y retrógrado, lleno de odios y locuras religiosas (según él, hablaba con Dios y éste le daba instrucciones... pero lo peor de todo era que muchos os lo creíais), llamado George Bush, a la sazón Presidente de EEUU. Por si no lo recuerdas, pese a que sé que sí lo recuerdas, él fue el que dijo que en Irak había armas de destrucción masiva y que por eso había que invadir Irak.
A la vista de la opinión que me atribuyes, soez y fuera de lugar, presuponer que yo podría pertenecer al llamado, por tus secuaces o compinches, “eje de mal”, es tanto como suponer, desde tus creencias político/religiosas, que yo sería capaz de apoyar un atentado terrorista.
Suponer eso por tu parte, además de ser absolutamente injustificado, inapropiado y callanesco, no deja de ser el típico “brindis al sol” de un comentarista que ni tan siquiera firma sus falacias, amparándose en la ocultación de sus datos para opinar así, vil y retorcidamente.
Además, para abundar en la respuesta, te confirmo que sí españolito, y bien españolito ¡Por cierto!
También te hago algunas matizaciones que sería bueno que conocieras:
- No todos los musulmanes son fanáticos.
- No todos los musulmanes viven en Gaza.
- No todos los judíos son fanáticos.
- No todos los judíos viven en Gaza.
- Históricamente, los judíos nunca fueron propietarios de territorios fijo y definidos: sólo eran una más de las muchas tribus que habitaban la zona.
- El semitismo debe su nombre a Sem, el hijo primogénito de Noé, el protagonista de la Biblia del que dicen, obviamente sin ninguna prueba científica y contra toda lógica razonable, que salvó a la humanidad de un diluvio metiendo en un arca de madera (sic) una pareja de cada animal que habitaba la tierra. O el arca era del tamaño de país completo o no sé bien cómo se podía meter a tanto animal además de Noé (y familia).
- También, según la Biblia, el semitismo el fue germen originario del que nacieron las tribus hebreas, los asirios, los babilonios, los elamitas, así como los árabes y otras comunidades de Oriente Próximo y Medio
- Decir de mí que soy antisemita sería tanto como decir que soy antihebreo o antiasirio o antibabilonico o antielamita, antiárabe o anti muchas cosas más...
- Por tanto, no se puede ser al mismo tiempo antisemita por los judíos y no ser antisemita por lo árabes: es un contrasentido.
Ahora, te voy a dar unas pequeñas lecciones de historia, breves y concisas pero buenas para que adquieras una culturita que te permita hablar con más propiedad la próxima vez. Empiezo:
- Israel jamás fue un estado y sólo consiguió esa calificación en el año 1948, cuando la Sociedad de Naciones (la antigua ONU) aprobó la partición de Palestina (que sí era un territorio) en dos estados: uno para los judíos y otro para los palestinos.
- Israel siempre se consideró como merecedora de un estado en base a lo que se atribuía como propio: la Tierra de Israel, una definición que no fue acuñada por los judíos, incluía a los primitivos y pequeñísimos territorios de los reinos de Judá e Israel, además de territorios de Jordania, Siria y Egipto. De esa distribución geográfica es de donde vinieron las sucesivas conquistas de territorios por los sionistas, al considerar que les pertenecían.
- La única realidad histórica, desde unos años antes de la llegada de los romanos a la zona y hasta 1948, es que como Tierra de Israel, sólo existió un territorio conocido: Palestina.
- Nunca los españoles, en general, mandaron a la hoguera a nadie.
- Algunos españoles, los muy católicos, apostólicos y romanos, fueron los que mandaron a la hoguera a personas que ninguna culpa tenían.
Por tanto, los únicos culpables de esos desastres son los mismo compañeros de andanzas que tu defiendes: los intransigentes religiosos, los reaccionarios religiosos, los que entablan guerras religiosas, los que dicen que hablan con un dios y que ese dios les dice que invadan un país, los que defienden un sistema capitalista ultraliberal, los que no hacen nada para solucionar los problemas reales del mundo, los que usan el nombre de un dios en balde, los que…
Por último, dado que dedicarte más tiempo es como “echar perlas a los cerdos”, te animo a que denuncies lo qué te de la gana, ante quién te de la gana y cuándo te de la gana.
Te mando un saludo (obligado por educación),
Alfredo Webmaster
alfredo@musicayvino.com
+ (34) 607 - 297657
Pues chimga tu madre, pinche ateo de mierda
RESPUESTA AL QUE NO PONE NOMBRE.....
papa
Soy , Catolica y muy
orgullosa de que
Que pena que tu pienses de
DIOS NO EXISTE
Es cuestión de enfoques y de fe.
Y yo tenía...
Y yo tenía un amigo, muy amigo, que cuando llegó la hora de la muerte por un cáncer de pulmón, allí tirado en la cama agonizante, nos hablaba de su vida y nos recordaba sus últimos años de padecimientos: se le había muerto dos hijos (uno de leucemia y el otro en un accidente estúpido), su mujer había enloquecido a raíz de esto, y el hijo que aún le malvivía tenía una parálisis cerebral y no tenía a ningún familiar que le cuidara.
Allí, tirado en la cama, pensando en su hijo y en las desgracias que la vida le había deparado, maldijo y blasfemó tan gravemente, que el cura que acudió a darle la extremaunción salió de la habitación del hospital espantado.
Obviamente, sus palabras eran el producto de la desesperación de un hombre que después de ir a misa todos los domingos, veía que tu dios, el que todo lo puede y el que todo lo sabe, lo había dejado abandonado a su mala suerte y, peor aún, castigado miserablemente a su desvalido hijo.
¿Alguien piensa que es justo esto? ¿Qué dios puede permitir cosas así? ¿Había algo que un cura pudiera decirle a un padre en esas circunstancias? ¿Podía darle consuelo…? ¿Qué consuelo puede haber ante esto?
Lo siento mucho, amable lector, pero me reafirmo en mis absolutas evidencias: si existiera un dios, así fuera medianamente justo, no permitiría cosas así… yo, que no soy dios, si estuviera en mis manos jamás lo permitiría.
Te agradezco tu bendición, que denota tu buena calidad humana, pero prefiero que me cuide la ciencia.
Alfredo Webmaster
alfredo@musicayvino.com
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tu respuesta es evidencia de tu falta de conocimiento biblico
Y tú una fanática
Hay que ver con que
soy catolico
para el catolisismo: ¿en
Somos todos seres humanos
LA VERDADERA IGLESIA DE CRISTO
Verguenza les tendría que dar................
invitadisima
Nadie pelea solo se
Tú eres Pedro,,,,recuerdas?
sobre la verdad
todo es mentira
Tu eres Pedro
¡Luego de leer y observar
¡QUE DILEMA....!
buenisimo alfredo en este
LA FALSEDAD DE LA IGLESIA CATOLICA
ALGO ACTUAL
comentar
QUE FALTA DE CONOCIMIENTO
me dan ascoooo
me das pena
LA BIBILIA - PAPIRO
te da asco que estudia tu porfavor
Y ME REAFIRMO ATEO
ORTOGRAFIA
corrigeme
es por esa razon que es Dios porque nadie lo ha creado.
que estupido comentario
Pobre de ti me das lastima
que tristesa
A mi no me gustan las
Entonses no eres catolico!
Dios te perdone
jaja
soy de aguscalientes y si quieres mi correo te lo paso!?
el nacimiento de las
anticatolico
hola a toda la humanidad
para todo el mundo para q aprendan hacer las cosas bien
no he venido a llamar a los justos sino a los pecadores
http://www.elpais.com.uy/especiales/aniversario_papa/5.asp
contestacion
Siego?
Adryana, a lo mejor y este
Tienes razón Susan...
Me ha gustado este
JESUCRISTO ES EL CAMINO
un desastre !
RESPETO POR LOS DEMÀS
Tu tampoco eres ningùn
la iglesia catolica
DE LA IGLESIA CATOLICA
en la viña del Señor, existe tambien la malesa
De todo hay en las viñas del señor…
Indudablemente, si empezamos por el principio, o sea, por el Génesis, nos daremos cuenta que las primeras contradicciones ya estaban allí, en el propio principio que a ti te contaron como cierto y que, a la vista de lo visto, lo dicho (escrito) no tenía ni pies ni cabeza.
Si seguimos el recorrido libro a libro (los dos Testamentos), veremos que el odio y la mentira están bien anclados en la propia Biblia: ¿Qué es sino, el llamado diluvio universal? ¿Es que acaso en todo el Mundo, en toda la Tierra, no había ni una sola persona buena o medianamente buena susceptible de ser salvada del ahogamiento masivo? ¿Ni un solo niño, ni un solo bebé se merecía el perdón? ¿Y qué decir de lo de Jericó y su destrucción masiva, incluyendo bebes y niños, por los ángeles y arcángeles de tu dios? ¿Y qué opinar de un dios que es capaz de pedir a un padre que ofrezca en sacrificio a su hijo por que le da la real gana? ¿Y qué piensas de un dios todopoderoso, capaz de crear la Tierra y el Universo, tan bonito y hermoso, tan lleno de flores y pajarillos, ser a la vez el fabricante de un parásito como el "Onchocerca volvulus" que se alimenta del cristalino de los ojos de los niños africanos, a los que invade hasta dejarlos ciegos? ¿Y que podríamos decirles de ese dios a los familiares de los católicos haitianos que murieron sepultados por los escombros mientras oían misa en la catedral de Puerto Principe, durante el terremoto de enero de este año? ¡Qué forma tan extraña tiene tu dios de ayudar a los "suyos"! ¡Ah, claro, ahora ya lo entiendo!: los estaba ayudando a llegar cuanto antes al cielo... ¡Qué suerte! ¡Cómo los envidio!
¿Sabes qué te digo?: ¡Con dioses como ese no te hacen falta enemigos!
En cuanto a lo de las vigas y las pajas (en los ojos, claro), mejor déjame como estoy: déjame a mi la viga que tengo dentro de mí ojo, que me viene muy bien así como es, grandecita y fuertota, y quédate tú con la paja que tienes metida en el tuyo.
Y para rematar, jamás se me ocurriría autocalificarme como hijo de Dios… me llega con ser hijo de Manuel, mi padre. Afortunadamente.
Alfredo Webmaster
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